Crianza respetuosa, si es posible

Agosto 5, 2024. Hábitos saludables

Brinda a los niños la oportunidad de mantener una relación cercana y significativa con ambos padres.

La crianza compartida, también conocida como coparentalidad (coparenting), es un modelo en el que ambos padres comparten la responsabilidad de cuidar y educar a sus hijos después de una separación o divorcio. Este enfoque fomenta la colaboración, comunicación y respeto mutuo entre los padres, y prioriza el bienestar emocional y desarrollo saludable de los niños.

Esta es una práctica cada vez más común entre padres y madres de las últimas generaciones, implica crear espacios compartidos para asumir de manera equitativa la responsabilidad de cuidado, incluyendo actividades domésticas, financieras y, sobre todo, la crianza psicoemocional de los hijos, destaca Víctor Maldonado, psicólogo especialista en comportamiento humano.

Este enfoque no solo garantiza que ambos progenitores tengan una participación activa en la vida diaria de sus hijos, sino que también les brinda la misma oportunidad de presenciar los momentos especiales de crecimiento y desarrollo, lo que fortalece los lazos familiares. Además, permite que tanto padres como madres puedan perseguir sus carreras profesionales sin sentir el peso de la responsabilidad de la educación únicamente sobre sus hombros.

Según el experto, se ha demostrado que a nivel global “los padres están más activos y comprometidos en el cuidado de sus hijos en comparación con generaciones anteriores”. Así aseguran la oportunidad de mantener una relación cercana y significativa con ambos padres, al promover  un sentido de estabilidad y seguridad. Además, permite a los padres compartir equitativamente las responsabilidades cotidianas y decisiones importantes relacionadas con la crianza.

Es importante que los padres practiquen la flexibilidad, el compromiso y el trabajo en equipo para que la crianza compartida sea exitosa. Esto implica dejar de lado diferencias personales y priorizar el interés superior de los hijos. Con una comunicación abierta y una actitud colaborativa, esta práctica puede ser una experiencia enriquecedora y beneficiosa para todos los involucrados.

Es fundamental establecer una comunicación basada en la confianza, con la que se lleguen a acuerdos que beneficien a todas las partes involucradas.

“Es común que existan diferencias entre parejas separadas, pero es preferible evitar expresarlas delante de los hijos”.

Víctor Maldonado, Psicólogo especialista en comportamiento humano.

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